Y me pidió compromiso.
Me pidió implicación.
Y le miré tras la manta del salón y no supe que decir.
Porque no sabía si quería comprometerme...
Porque no sabía si quería implicarme...
Y recordé todas aquellas personas con las que si quise hacerlo,
y pensé en donde estaban en este preciso momento y ninguna estaba allí conmigo.
Pero estaba él.